Mr. Winy 2006

El evento fue un éxito: Alan VS Odin en un duelo de dogos.

Ya no recuerdo como fue que logre meter a mis amigos en este problema, se supone que todo inicio por el cumpleaños de Vanessa, Odin le compro un pastel de café, y al ver que era mucho dulce para los cinco integrantes del equipo, decidí invitar a nuestro vecino Alan; Odin comento: “cuidado porque podría no alcanzar para todos, ja ja ja” a lo que Alan dijo en defensa propia: “No te hagas de boca chiquita”, momento que aproveché para enfrentarlos en un reto brutal lleno de condimentos, pan y salchichas.

Algunos días después casi media planta sabia del reto y estaban más que preparados para asistir con sus cámaras a tan esperado evento.

Eran las 6:30 de la tarde y algunos compañeros ya se daban cita en lo que seria el campo de batalla; Odin portaba su guerrera camisa negra con un enroscado dragón oriental en tono gris, se veía contento, y un tanto hambriento. Alan, con un look informal conformado de un arrugado saco café y tenis ochenteros arribó al lugar con un gesto de confianza y nerviosismo interno.

Las cámaras empezaron a filmar, las reglas fueron mencionadas en voz alta, el publico gritaba impaciente, la doñita del puesto aventaba salchichas y tocino a la plancha; y hasta que por fin dimos inicio a lo que seria una batalla física y mental.

El primer par de dogos fue devorado, el segundo, tercero, cuarto y quinto sufrieron la misma suerte, una vez que el sexto fue servido los contendientes se miraban con ojos retadores y bocas semichuecas, la gente reía, gritaba, filmaba y también comía; era un ambiente de hermandad dividida; a partir de ese momento Alan empezó a mostrar indicios de lo que seria su derrota; Odin decidió tomar un descanso después del décimo y Alan empezó a pedir misericordia al finalizar el séptimo. Con el orgullo por delante el octavo dogo empezó a ser lentamente mordido, la gente pedía que la contienda se detuviera, la imagen de Alan caía y su fama crecía, esos momentos fueron los mas fuertes de la noche; Odin reía y Alan lloraba, el final no ocupo detallarlo… 8 a 10.

La fama que ahora rodea a mis amigos es lo que finalmente obtengo como pago… gracias Alan, gracias Odin; hicieron que un ordinario e insipido Jueves pareciera Viernes!